Compartimos con vos este relato que nos llegó hace unos meses, justo antes de conectarnos con Psych-K ®, te invitamos a reflexionar sobre tus creencias.

 

"Tanto si piensas que puedes, como si piensas que no puedes, estás en lo cierto”.

Henry Ford

El Elefante Encadenado


Cuando yo era chico me encantaban los circos, y lo que más me gustaba de los circos eran los animales. También a mí como a otros, después me enteré, me llamaba la atención el elefante. Durante la función, la enrome bestia hacia despliegue de su tamaño, peso y fuerza descomunal... pero después de su actuación y hasta un rato antes de volver al escenario, el elefante quedaba sujeto solamente por una cadena que aprisionaba una de sus patas clavada a una pequeña estaca clavada en el suelo. Sin embargo, la estaca era solo un minúsculo pedazo de madera apenas enterrado unos centímetros en la tierra. Y aunque la cadena era gruesa y poderosa me parecía obvio que ese animal capaz de arrancar un árbol de cuajo con su propia fuerza, podría, con facilidad, arrancar la estaca y huir.

El misterio es evidente: ¿Qué lo mantiene entonces? ¿Por qué no huye? Cuando tenía 5 o 6 años yo todavía en la sabiduría de los grandes. Pregunté entonces a algún maestro, a algún padre, o a algún tío por el misterio del elefante. Alguno de ellos me explicó que el elefante no se escapaba porque estaba amaestrado. Hice entonces la pregunta obvia: -Si está amaestrado, ¿por qué lo encadenan? No recuerdo haber recibido ninguna respuesta coherente.

Con el tiempo me olvide del misterio del elefante y la estaca... y sólo lo recordaba cuando me encontraba con otros que también se habían hecho la misma pregunta. Hace algunos años descubrí que por suerte para mí alguien había sido lo bastante sabio como para encontrar la respuesta: El elefante del circo no se escapa porque ha estado atado a una estaca parecida desde muy, muy pequeño.

Cerré los ojos y me imaginé al pequeño recién nacido sujeto a la estaca. Estoy seguro de que en aquel momento el elefantito empujó, tiró, sudó, tratando de soltarse. Y a pesar de todo su esfuerzo, no pudo. La estaca era ciertamente muy fuerte para él. Juraría que se durmió agotado, y que al día siguiente volvió a probar, y también al otro y al que le seguía... Hasta que un día, un terrible día para su historia, el animal aceptó su impotencia y se resignó a su destino. Este elefante enorme y poderoso, que vemos en el circo, no se escapa porque cree -pobre- que NO PUEDE.

Él tiene registro y recuerdo de su impotencia, de aquella impotencia que sintió poco después de nacer. Y lo peor es que jamás se ha vuelto a cuestionar seriamente ese registro. Jamás... jamás... intentó poner a prueba su fuerza otra vez...

 

Bucay J. "El Elefante Encadenado". Barcelona, RBA Libros, 2008.

Reflexión


Cuantas veces nos sucede lo mismo, somos como el elefante del circo…

Pensamos o sentimos que “no podemos” hacer algo o llegar a una meta porque alguna vez, lo intentamos y no lo conseguimos. Seguimos caminado pero nos sentimos vinculados o atados a muchos garrotes que nos sacan libertad. Muchos “no puedo, nunca podré” tenemos grabado en la memoria subconsciente sin cuestionar.

Algunas personas en el trascurso de su evolución comienzan a cuestionar determinadas creencias, se preguntan, porque “no puedo”, verbalizan: "Sí, lo sé pero no lo puedo cambiar"; inician la busqueda, leen, investigan sin parar ni conformarse con lo que alguna vez les dijeron. Se animan a dar un paso más allá y tarde o temprano les llega la respuesta.

Muchas veces hemos llegado a concientizar y sabemos exactamente qué es lo nos impide avanzar pero ahí nos quedamos, estancados sin realizar cambios. Allí es en donde actúa Psych-k, a través de sus balances, nos permite avanzar, transformar, crear nuestro camino con nuevas y potenciadoras creencias.

Al trabajar en una sesión de Psych-k accedemos a nuestra mente subconsciente para transformar, en nuevas creencias aquellas limitantes, que fuimos absorbiendo desde el vientre materno y la niñez a través de nuestros padres, familiares, maestros, el entorno próximo, recuperando nuestro poder y potencial personal.

Con Psych-k ® podemos cambiar todo lo que nos impide llegar a nuestras metas, convertir “Los no puedo” en “Si puedo”, es nacer a una nueva conciencia.

 


Hasta la próxima… Miriam y Alejandro.