Se aproximan las celebraciones de fin de año, a todos nos asoma algún sentimiento derivado de factores externos y/o internos, que pueden actuar como detonantes de emociones no manifestadas hasta ese momento, pudiendo alterar las funciones del organismo.

Como factores externos podemos citar mínimamente la tensión generada por: Estrés, angustia y miedo de todo tipo, dado los acontecimientos de público conocimiento a nivel mundial.

Los factores internos, giran según la personalidad de cada quien, aflorando: huellas de dolor, broncas, celos, culpas, envidia, intolerancias, ira, etc.

Frente a las mencionadas circunstancias es menester recordar la apreciable ayuda que nos brindan las Esencias Florales, puesto que actuan sobre los desequilibrios energéticos causantes de las emociones, mejorando la calidad de vida. Recordamos especialmente que acompañan todo tratamiento médico alopático ya que no producen efectos secundarios por no tener principio químico activo.

Como decía el Dr. Edward Bach:

"Debemos de practicar la paz de forma resuelta, imaginando que nuestras mentes son como un lago que hemos de mantener siempre en calma, sin olas ni mareas que perturben su tranquilidad, para así, y gradualmente, desarrollar ese estado de paz hasta que ningún acontecimiento de la vida, ni circunstancia, ni personalidad alguna puedan alterar su superficie".

 


Disfrutemos cada momento, más allá de las circunstancias que experimentemos, veámoslas como la oportunidad de sembrar para una excelente cosecha en un futuro muy cercano. Felices Fiestas.

Exitos, hasta la próxima. Miriam y Alejandro.